La creciente tensión que provoca en toda la sociedad el conflicto abierto entre el gobierno y algunos sectores agrarios impacta negativamente en toda la sociedad. Es urgente que el problema se resuelva de la mejor manera para evitar que provoque mayores daños a la economía y, sobre todo, a los ingresos de los trabajadores.
La correcta idea de utilizar parte de la renta agraria para redistribuir equitativamente esos recursos hacia los sectores más necesitados no puede emplearse en contra de los pequeños y medianos productores del campo, que son parte de los mejor de nuestro pueblo y, simultáneamente, debe coincidir con una direccionalidad equitativa de esos recursos.
La crisis planteada solo puede resolverse políticamente. Rechazamos todo intento de represión contra sectores populares, como otrora se intentara contra piqueteros y otros movimientos sociales, a quienes se persiguió judicialmente en un intento por criminalizar la protesta.
Tanto o más urgente que el problema agrario resulta atender a la protección del poder adquisitivo de los trabajadores, frenar la inflación e impulsar un modelo económico, social, político y cultural que se funde en los valores de la solidaridad, la paz, la equidad y la democracia.
Fdo Jorge Izquierdo Secretario General
Víctor Mendibil Cosecretario General
Buenos Aires, 6 de junio de 2008.