Tras cuarenta y cinco días de un intenso plan de lucha, el gremio judicial de Salta obtuvo un incremento de $ 120 para todos los trabajadores judiciales, logrando de este modo que ningún empleado gane menos de $ 750, límite establecido por el INDEC para demarcar la línea de pobreza.
La resolución del conflicto produjo también el levantamiento definitivo de los 268 sumarios iniciados contra trabajadores que protagonizaron la protesta, la devolución de los días descontados por la realización de medidas de fuerza y el establecimiento de un canal de dialogo para reexaminar la carrera judicial, donde se sentarán representantes de la Corte y de la Agremiación del Personal del Poder Judicial y de la Procuración de Salta.
“Fueron 45 días de una intensa lucha, donde instalamos la Carpa de la Dignidad y la Justicia frente a la Corte, donde sufrimos 268 sumarios contra quienes realizaban los paros, donde se amenazó a los compañeros con traslados y se nos impuso pasantes y agentes de policías para reemplazarnos”, contó María Eugenia Villalba, Secretaria General de la Agremiación.
Villalba remarcó la convicción de los judiciales salteños, quienes a pesar de la enorme presión que recibían decidieron “endurecer las medidas de acción a través de un paro por tiempo indeterminado, que mantuvo un porcentaje de adhesión de un 80% en toda la provincia, y que seis compañeros se declaren en huelga de hambre, hasta lograr nuestras reivindicaciones”, explicó.
La lucha de los judiciales salteños fue acompañada por la Federación Judicial Argentina, cuyos dirigentes estuvieron presentes a lo largo de todo el conflicto, cuyo primer acto se desarrolló siete meses atrás y culminó con el primer incremento salarial.
Representantes de los gremios judiciales de Mendoza, Tucumán, Misiones, Corrientes, Santiago del Estero, Neuquen y Chubut compartieron asambleas, reuniones y movilizaciones junto a los judiciales salteños en el camino por la recuperación de su dignidad.