SUPERAR LA DISPERSION Y UNIFICAR LAS DEMANDAS.

Algo de historia.

Menem y Cavallo derogaron la Ley de Enganche Nacional al Juez de Corte ni bien comenzó su desgobierno. Hasta ese momento los judiciales de todo el país teníamos la porcentualidad salarial y un nomenclador homogéneo.

El principio constitucional de "a igual trabajo igual remuneración" tenía vigencia entonces. Este ataque neoliberal motivó que la Federación Judicial Argentina fuese la primera organización sindical que paró y movilizó contra ese gobierno antinacional y antipopular.

La entrega del país tuvo como correlato el desguace del Estado y el debilitamiento de los trabajadores del sector público, incluidos los judiciales.

El gremio judicial de todo el país hoy sufre las consecuencias de esas políticas: asimetrías salariales notables; nomencladores diversos; carrera judicial inexistente en muchas provincias; leyes de enganche plenas (como en Chubut), parciales (como en Neuquén y Ciudad Autónoma de Buenos Aires) e inexistentes como en la mayoría de las provincias.

Ni hablar de la ausencia de Convenios Colectivos de Trabajo, a excepción de Mendoza. O que no se respeta el pago del 82 % móvil a nuestros jubilados.

En definitiva, se trata de recuperar la capacidad y la fuerza para recuperar derechos y plasmar nuevas conquistas.

Y las Cortes y TSJs?

La Corte Suprema y luego los Tribunales Provinciales fueron beneficiados por el menemismo. Era necesario contar con jueces dóciles que convalidaran jurídicamente la corrupción y la entrega del patrimonio nacional, así como la demolición de los derechos laborales y sociales. De hecho la relación salarial pasó de 5 a 1 a 15 a 1 rápidamente. Eso en consonancia con el aumento de la brecha entre los que más ganan y los que menos tienen que se impuso en todo el país. En Neuquén la relación entre el sueldo del Vocal del TSJ y un ingresante es actualmente de entre 8 y 9 a 1.

El poder propicia la atomización y dispersión del gremio. Es más fácil imponer la reforma judicial reaccionaria sobre "islas" provinciales que enfrentando una concentración de poder nacional. Por eso ellos tienen sus ámbitos de generación de políticas unificadas, fundamentalmente la Junta Federal de Cortes y otras instancias más informales. Desde allí descargan en nuestros poderes judiciales la precarización laboral (pasantías , meritorios, contratos "basura", locaciones de servicios, etc), el intento de impedir el ingreso de ciudadanos no abogados al empleo, la negativa unificada a los Convenios Colectivos de Trabajo, la desigualdad salarial, etc.

Y por supuesto, conformando, salvo honrosas excepciones, poderes judiciales totalmente dependientes al poder político y económico y con sistemas de selección y elección de jueces y funcionarios que excluye toda forma de participación no corporativa.

Desde el Paro del 17 de Agosto construir el parazo y la movilización nacional del 12 de Octubre

La Federación Judicial Argentina y todos los sindicatos de base, evaluamos positivamente el paro de Agosto, así como los actos callejeros que hicimos en Capital Federal con representantes de todo el país.

Allí arrancamos con fuerza este largo camino de reconstrucción de una fuerza gremial homogénea y concentrada que nos permita plantarnos y negociar de igual a igual con las Cortes, TSJs y demás poderes del estado. De hecho, las repercusiones no se hicieron esperar: pocos días después el Presidente de la Junta Federal de Cortes se entrevistó con el Sec. Gral. de la FJA., Cro. Izquierdo, y el Ministro de Justicia de la Nación, Dr. Iribarne, hizo saber que concedería próximamente una audiencia.

Desde Salta a Tierra del Fuego, de Misiones a Mendoza, de Buenos Aires a Neuquén, los trabajadores judiciales tomamos conciencia que lo que nos pasa en cada lugar le está pasando a otros a miles de kilómetros. Que las conquistas que obtenemos se vuelven efímeras por la política unificada de los jueces de corte. Que la recuperación de derechos y la exigencia de que rija la Constitución en las relaciones laborales es tarea de todos los judiciales y del conjunto de la clase trabajadora.

Por eso concebimos al paro del 12 de Octubre, la movilización a Capital Federal y el Encuentro nacional que desarrollaremos, como momentos de un proceso de constitución de la identidad sindical nacional y de acumulación de fuerzas con el objetivo puesto en el CONVENIO COLECTIVO DE TRABAJO NACIONAL; la PORCENTUALIDAD SALARIAL CON ENGANCHE AL JUEZ DE CORTE; el 82 % MOVIL y la EFECTIVA DEMOCRATIZACION DEL PODER JUDICIAL.

Nuestra lucha forma parte de una lucha mayor: la que se libra a lo largo y ancho de Argentina para reconstruir el país, lograr una justa distribución del ingreso, recuperar la soberanía nacional y avanzar en la democratización de la sociedad y el estado.

Por eso hay que parar el 12 de Octubre y movilizarse a Buenos Aires para demostrarnos y demostrarle al poder que se puede construir otra justicia y que los trabajadores merecemos vivir con dignidad y felicidad.