La lenta evolución de los Derechos Humanos en la historia universal se remite al siglo XVII, cuando empiezan a contemplarse declaraciones explicitas con base en la idea contemporánea del “derecho natural”.
Inglaterra incorpora a su constitución en 1679 el "Habeas Corpus Act" (Ley de hábeas corpus), y la "Bill of Rights" (Declaración de Derechos) en 1689.
En Francia, como consecuencia de la Revolución francesa, se hace pública en 1789 la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano.
En 1927, el Convenio de Ginebra prohíbe la esclavitud en todas sus formas, así como también los llamados “Códigos de Malinas” que abarcan la Moral Internacional (1937), Relaciones Sociales (1927), Relaciones Familiares (1951) y el Código de Moral Política (1957), son intentos parciales de la conciencia pública por regular una seguridad mínima de respeto al individuo, habitualmente ignorado por los Estados.
Como consecuencia de la Primera Guerra Mundial, la Sociedad de Naciones impulsó los Convenios de Ginebra sobre seguridad, respeto y derechos mínimos de los prisioneros de guerra. Y en 1948, tras la Segunda Guerra Mundial, la Asamblea General de las Naciones Unidas aprobó en París el documento titulado “Declaración Universal de Derechos del Hombre”, conjunto de normas y principios sintetizados en 30 artículos, a modo de garantía de la persona frente a los poderes públicos.
La Declaración Universal de los Derechos Humanos es un documento declarativo donde se plasman principios sobre los derechos de carácter civil, político, social, económico y cultural, con criterios de universalidad, interdependencia e indivisibilidad, igualdad, la no discriminación, y el hecho de que los derechos humanos vienen acompañados de derechos y obligaciones por parte de los responsables y los titulares de éstos.
Aunque no es un documento obligatorio o vinculante para los Estados, la Declaración sirvió como base para la creación de las dos convenciones internacionales de la ONU, el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos y el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales, pactos que fueron adoptados por la Asamblea General de Naciones Unidas en su resolución 2200 A (XXI), de 16 de diciembre de 1976.
El texto de la Declaración Universal de los Derechos Humanos adquiere rango constitucional en algunos países, como es el caso de Argentina.