Además de la CTA, participaron diversas organizaciones gremiales y sociales como la Federación Judicial Argentina (FJA), la Asociación Trabajadores del Estado (ATE), el Movimiento Territorial Liberación (MTL), el Movimiento de Ocupantes e Inquilinos (MOI), la Corriente Clasista y Combativa (CCC), Barrios de Pie, MST Teresa Vive, la Federación Agraria Argentina (FAA), la Federación Universitaria Argentina (FUA), Pueblos Originarios en Lucha, la Federación Nacional Campesina, entre otras.
Un dato no menor tiene que ver con la importante e inédita participación de la Confederación General del Trabajo (CGT), la otra central de trabajadores del país, con el Sindicato de Camioneros, el de Dragado y Balizamiento, entre otros de esa central, que se sumaron a la movilización y marcharon bajo las consignas de la CTA.
La jornada comenzó temprano con diferentes cortes y manifestaciones en los principales accesos a la Ciudad de Buenos Aires. Pero, además, tuvo importantes concentraciones en varias provincias del interior del país, entre ellas, Córdoba, Chubut, Tucumán, Salta, Santa Fe, Entre Ríos, Neuquén, Chaco, Rio Negro, Tierra del Fuego, Corrientes y Jujuy.
Se calcula que alrededor de 500.000 personas participaron en todo el país de la jornada nacional de paro. En la ciudad de Buenos Aires, decenas de miles personas colmaron el centro porteño, en la zona cercana a la Casa Rosada, para reclamar que se elimine el impuesto a las ganancias sobre el salario, por un salario mínimo que sea igual a la canasta familiar, la universalización y unificación de las asignaciones familiares, que los planes sociales sean igual al salario mínimo, por el 82% móvil para los jubilados, contra el negocio de las Aseguradores de Riesgo de Trabajo (ART) y por la anulación de la Ley Antiterrorista, entre otros puntos.
Estas demandas están en el centro de la agenda de los reclamos que la CTA viene realizando al Gobierno Nacional. Este año la CTA lleva realizados varios paros nacionales e importantes movilizaciones (como el del último 8 de junio), con un poder de convocatoria cada vez mayor.
El principal orador, que dio cierre a la movilización, fue Pablo Micheli, Secretario General de la CTA, que dijo “estamos construyendo unidad de los trabajadores. Estamos construyendo unidad en esta plaza diversa. Juntos, esta fuerza es invencible”. Y agregó que “el Gobierno va a decir que le hacemos el juego a la derecha, pero acá el único que le hace el juego a la derecha es el mismo Gobierno nacional que no paga salarios dignos, que no resuelve la asignación familiar ni el impuesto a las ganancias para el salario de los trabajadores. Tampoco resuelve el 82 por ciento móvil para los jubilados y, encima, aprobaron una ley de riesgo del trabajo que es directamente una violación a los derechos humanos de los trabajadores”.
Pablo Micheli finalizó su discurso convocando “a un paro nacional entre la CTA y la CGT antes que termine fin de año. Ese día vamos a paralizar el país entre las 2 centrales sindicales, y no se va a mover ni una pluma todo el territorio nacional”.
Las negociaciones paritarias de los salarios de los trabajadores, que se produjeron durante todo el año 2012, tuvo un promedio de aumento del 24 por ciento. Al mismo tiempo, se calcula que la inflación es mucho mayor a esa cifra, lo cual generó una clara pérdida en el valor del poder adquisitivo real de los trabajadores en este último año. Es por esto mismo que se explica la creciente conflictividad laboral que se vive en el país.