El objetivo del encuentro consistió en la entrega de una carta dirigida por la organización que nuclea a los trabajadores estatales del continente, dirigida al presidente de Colombia, Juan Manuel Santos.
En la nota se señala que CLATE recibe "con profundo agrado y enorme esperanza los recientes anuncios" sobre el inicio de conversaciones exploratorias para la paz en Colombia".
Expresa además la nota, que "entendemos la paz como una situación política, económica y social permanente que permite la realización plena de todos los ciudadanos. Es por ello que consideramos que el silencio de los fusiles es un primer paso indispensable, pero que deberá ser acompañado con políticas públicas que garanticen la construcción de una Nación con plena justicia social".
El texto agrega que "En esa construcción de Nación, creemos imprescindible la participación en el proceso de paz de toda la sociedad civil colombiana y, como parte de ella, de los sindicatos. Nuestras organizaciones vienen pagando un alto costo en vidas de compañeros por defender los intereses de los trabajadores sin lograr siquiera, en muchas oportunidades, el cumplimiento de los compromisos contraídos".
Luego concluye "reiterando la importancia de la participación de los trabajadores en el proceso de paz iniciado, desde la CLATE nos ponemos a su disposición para aportar lo que considere oportuno".
En lo que hace al diálogo con el embajador Rodado Noriega, la delegación de la CLATE confirmó que se dio en un marco sumamente cordial y de común entendimiento sobre la necesidad de apoyar este camino hacia la paz que recién se ha abierto pero que resulta sumamente esperanzador para el pueblo colombiano pero también para el resto del continente.
Tanto Julio Fuentes como los demás dirigentes presentes en la reunión, manifestaron al embajador que en lo que hace estrictamente a las cuestiones normales de conflcto entre trabajadores colombianos y la parte patronal, la CLATE se ofrece a ayudar en la apertura de espacios de diálogo entre ambas parrtes. Tal propuesta fue acogida por el embajador con beneplácito y prometió trasmitirla a su gobierno, junto con la entrega de la carta a Juan Manuel Santos.