El jueves, difundiendo en mi lugar de trabajo los motivos del paro, una abogada me increpó sobre el perjuicio que le ocasionamos a “la gente” como ella por el solo hecho de protestar contra “ese” hombre (Bush).
El margen de debate sobre el tema fue bastante corto, dado que rápidamente concluyó que, quienes adheríamos a la medida, éramos vagos (“esto es vagancia, Juan, no es otra cosa”, repetía una y otra vez). Aclarándole que me parecía irrespetuosa y que no había ningún motivo para continuar escuchando su histérica y desmedida reacción, continué recorriendo volante en mano las oficinas, para volver rápidamente a mi trabajo en donde, vago o no vago, paro o no paro, el trabajo debe hacerse porque mucha otra gente depende de ello.
. . .
El viernes, después de ir a la marcha, me engancho con Chávez, quien sentenció el entierro del ALCA en Mar del Plata. Hermoso discurso, con toques de teatro popular, definiciones conceptuales que no dejan dudas, análisis histórico como fundamento para la construcción de otro presente y no como lamento nostalgico de lo que pudo ser.
Desde las dudas que está dejando Lula, desde el alerta que significa el papel de Tabaré Vázquez en el tema de las papeleras, casi me asusta aplaudir de nuevo pero, la verdad, ¡me agarran unas ganas!
. . .
Me acuerdo de la desnacionalización privatista y de las papeleras, y del ALCA, y de la abogada. De las privatizaciones: ayer nomás, el mundo caminaba para otro lado, y la Argentina menemista/tinelista iba corriendo para llegar primero. Muchos, como seguramente la abogada, aplaudían, otros no querían molestias ni que les tiraran “pálidas”; o fueron mayoría los que navegaron plácidamente en los mares de la entrega, o fuimos muy pocos los que dijimos que NO; es casi lo mismo.
Debo decir también que yo no participé del circo de los ’90, ni como público, ni como mono, ni como payaso; tengo derecho a decirlo porque me banqué y me banco la mirada sobradora de los que siempre se las saben todas, tengo derecho a decirlo porque mis convicciones y mis acciones no son girasoles ni camisetas que me pongo y me saco según quien tenga adelante.
. . .
Me acuerdo de las papeleras. La gente de Gualeguaychú logró lo que casi nunca se puede: actuar preventivamente. ¿Quién o quienes habrán sido los primeros? ¿Cuánta soledad habrán sufrido? ¿Cuánta indiferencia y maltrato?. Cuarenta mil personas sobre un puente son la alegría de cualquiera, pero conmover la indiferencia o la ceguera de una sociedad completa, únicamente es para elegidos.
Casi siempre nos avivamos cuando estamos “muertos y con el nicho vencido” -frase repetida de un amigo-. No pudo ser con la destrucción menemista, tampoco con el desmonte, ahí lloramos sobre la leche derramada. Algo mejor la estamos peleando con el agua, aunque el medio ambiente en general es una calamidad y la naturaleza ya tiene los cocos hinchados de nosotros.
Es muy difícil hacer visible el futuro, sobre todo si se presenta negro; siempre serás agorero, o “zurdo” o “loco”. En la justicia peleamos desde hace años contra la Reforma que impulsa el Banco Mundial, y nadie o muy pocos entienden de qué se trata, a pesar de que lo hablamos, lo dibujamos, lo filmamos, lo gritamos, lo escribimos. Hoy por hoy, muchos de sus postulados están vigentes y afectan el derecho de la gente a una justicia gratuita, rápida, independiente. Pero ojo, sin nuestra resistencia ya estarían mucho más adelante.
. . .
Del ALCA me acuerdo. Hace ya un año o más tendría que estar vigente y le venimos sacando de mínima un empate técnico. Nosotros, algunos más y otros menos, junamos lo básico y acompañamos. No podemos estar en todos los frentes con todo el cuerpo y el alma. Tenemos que confiar en las compañeras y compañeros que lo han estudiado con mayor conciencia, y estar junto a ellos.
Allí los veo, reunidos semanalmente desde hace años en A.J.E.R. o en otros lugares, pensando un volante, organizando una visita a las escuelas, poniendo de su bolsillo y de su tiempo para viajar y para informarse mejor, para articular con las personas y los movimientos que trabajan en paralelo en el resto del planeta.
Yo sé cuántas veces vieron desaparecer el agua en el hoyito de arena y se preguntaron si valía la pena. Ellos son la verdadera Cumbre de los Pueblos, ellos son Chávez, Fidel y el Che trabajando calladamente por un cambio duradero. Foro de Lucha contra el ALCA: ¡gracias!. Por mí y por mis hijos, y por la gente que quiero y me importa.