Simultáneamente con la lectura de la sentencia a perpetua del genocida Miguel Etchecolatz llegaba la noticia de la desaparición de Jorge Julio López, testigo clave de la causa. Primero fue inquietud, luego temor y con el paso del tiempo la certeza que ese compañero cordial, humilde, había desaparecido. Los que no registraron tal realidad fueron los gobiernos nacional y provincial que demostraron, sobre todo este último, una absoluta incapacidad para encarar la situación.
Por otro lado no faltaron quienes intentaban hacernos creer que López se había “perdido”, o que estaba escondido. Lo lamentable es que estas interpretaciones sobre su ausencia tenían carácter casi oficial. La Justicia demoró inexplicablemente en aceptarlo como un caso de desaparición de persona.
Como no podía ser de otra manera aparecieron los miserables de siempre intentando sacar provecho de la tragedia por televisión, radio, prensa escrita. Incluso hasta llegaron algunos a especular con el “efecto pedagógico” que tendría sobre otros testigos.
Transcurrido el tiempo cabe preguntarse, como lo venimos haciendo desde hace cinco años, qué fue lo que pasó con Jorge Julio López y quiénes son los responsables de lo sucedido. Además no podemos aceptar que el 18 de septiembre sea una fecha más de dolor para el pueblo.
Es aquí donde debemos interpelar a la “democracia” de nuestro país. Se van a cumplir 28 años de reinstalación del sistema constitucional en la Argentina. Sin embargo falta desde hace casi tres años Luciano Arruga, se suceden los casos de gatillo fácil y las denuncias contra el accionar policial. Capítulo aparte merece el Servicio Penitenciario que es denunciado sistemáticamente por violaciones a los DDHH de los detenidos.
Todo esto, más la situación de los chicos internados en institutos y los más de catorce asesinados en el último año en el país por violencia institucional y “tercerizada” contra compatriotas protagonistas del conflicto social, nos lleva a la conclusión de que hay que trabajar y muy duro si es que pretendemos hablar seriamente de democracia. Votar regularmente no garantiza que los bolsones reaccionarios y anti democráticos que aún subsisten en las fuerzas armadas y de seguridad hayan dejado de existir.
Se debe actuar con firmeza y celeridad. No aceptamos las complicidades entre sectores de la política, de la policía y de la justicia. Los trabajadores no aceptamos la impunidad. Justicia y castigo para los responsables de la desaparición de Julio. Compañero Jorge Julio López: ¡¡¡ PRESENTE !!!
Hugo Blasco Sec. Gral AJB y Sec. de DD.HH. CTA Nacional