-¿Cuáles son los principales motivos de lucha del gremio judicial del Uruguay?

 Venimos de una lucha compleja el año pasado donde se definió el Presupuesto Nacional de todo el quinquenio de este gobierno donde la confrontación llegó a momentos muy duros tanto con la Suprema Corte de Justicia como con el Poder Ejecutivo y el Parlamento. A 72 horas antes de ser aprobado el Presupuesto llegamos a una ocupación de la sede de la Suprema Corte , por siete horas, que terminó con la intervención de dos diputados de la Nación que destrabaron la situación para negociar. Y finalmente logramos pasar de 500 pesos que nos habían ofrecido repartidos en cinco años –tal lo consignado por el alto tribunal en su pedido de Presupuesto-, a 2.000 pesos de aumento a partir del 1 de enero de 2011. Eso se logró con la movilización y la lucha de los trabajadores y fue uno de los puntos más altos de la confrontación el año pasado. Logramos este éxito tras una medida drástica ya que tuvimos que ocupar el lugar donde funcionan los cinco ministros de la Corte. Tenemos otros logros: hace un año y medio se votó en el Parlamento una ley de negociación colectiva, que en Argentina se llama “paritaria”, que ha puesto por primera vez a los trabajadores judiciales en el mismo ámbito de negociación junto con el Ministerio de Trabajo. Sin duda que ha sido un avance de cien años en lo que significan las relaciones laborales entre la Corte y los trabajadores. Al primer año de aprobación de esta ley, el propio Poder Judicial dijo que la ley no decía expresamente que se tenga que discutir el Presupuesto y salarios y que, por lo tanto, ellos no negociaban. Luego, a través de tres senadores del Frente Amplio se logró destrabar esta situación y logramos a partir de este año empezar a reunirnos en el Ministerio de Trabajo para discutir Presupuesto y salario. Hemos tenido importantes avances en ese sentido partiendo del hecho que ahora tenemos nuevos escuchas dentro de la discusión –o sea, el Ministerio de Trabajo, el de Economía, la Oficina de Planeamiento y Presupuesto- más las dos partes, y logramos algunos avances pese a la intransigencia de la Corte. Antes de esta ley, al mejor estilo feudal, la Corte resolvía por sí y ante sí, y no consideraba a los trabajadores parte de la discusión.

-Por lo visto, en Uruguay tienen una Corte Suprema bastante conservadora…

 Totalmente, son jueces venidos de la dictadura que, si bien han tenido algunas posiciones interesantes, tienen esa idiosincrasia absolutamente feudal que no les permite acompañar con su voto las propuestas bien fundadas de los trabajadores. Por supuesto que en los demás jueces hay gente con otras características, pero cuando generalmente llegan al lugar adonde las alfombras son rojas, el juez cambia. Muchos de los jueces que hoy son ministros de la Suprema Corte han sido jueces que transitaron con nosotros en los lugares de trabajo, incluso cuando comenzaron sus primeras armas en el Poder Judicial, pero parece que cuando llegan ahí se olvidan de sus esencias. Pero sin embargo hemos ido logrando cosas con la lucha de los trabajadores. Creo que hoy el movimiento sindical uruguayo ha madurado en aquello de entender que no es suficiente subirse arriba de un cajón y pegar cuatro gritos a las masas, arengarlas y lograr conquistas, sino que además hay que prepararse mucho en todos los aspectos, tanto económicos como políticos y sociales a los efectos de poder estar a la altura de los acontecimientos y hacer propuestas que realmente cubran todos loa aspectos…

- Y en este sentido ¿qué contribución aporta el trabajo coordinador entre los judiciales del Cono Sur?

 Sin dudas que para nosotros la posibilidad de coordinar e intercambiar experiencias con los compañeros de Argentina y Brasil nos ha servido en muchos aspectos, avanzamos en forma notoria. Por ejemplo, un caso específico: nosotros estábamos muy atrás en lo que tenía que ver con la salud laboral de los trabajadores, y a través de una invitación al compañero Manzo, secretario de Capacitación de la FJA , empezamos a estudiar el tema de la salud laboral y hoy logramos formar una tripartita en el Poder Judicial para atender los problemas de salud, que son muy serios, y hacerles entender a los compañeros que los problemas en este rubro hay que atenderlos en todo momento. Esto lo logramos a través de la Coordinadora de los Judiciales del Cono Sur que nos ha ayudado a avanzar, y avanzar también en otras cuestiones importantes como la de encarar la cuestión de las reformas que propone el FMI en los Poderes Judiciales, sobre lo cual tenemos que estar muy atentos por las acciones que toman en Argentina o en Brasil. Es decir, la Coordinadora nos hace crecer desde todo punto de vista, y pensamos que también nosotros aportamos desde otros ángulos.

-Vivimos una época donde se manifiesta cada vez más el interés por la integración de los trabajadores de nuestra América ¿no es así?

 Si, las cosas deben pasar por ahí fundamentalmente, por la integración. El MERCOSUR no debe ser solo una cuestión de mercados, sino de además de sociedades y cultura. Yo participé como invitado en la Constituyente Social de Neuquén donde ví realidades absolutamente desconocidas para mi, ver por ejemplo la valoración de los pueblos originarios. Ese tipo de acciones y reivindicaciones es bueno trasladarlo a nuestros trabajadores. Nos parece que ha sido esencial, además, nuestros contactos con Brasil donde están muy avanzados en salud laboral o con el acoso moral, y que a nosotros nos ha servido tremendamente.

-¿Qué ha pasado con la Ley de Caducidad? Ha sido rechazada por poco en el Parlamento ¿y ahora, qué?

 Nosotros participamos en la Mesa Representativa de la PIT-CNT y nos preparamos para tener el XI Congreso de nuestra Central única en octubre. Allí este tema volverá a estar en la mesa de debate. Hemos tenido un nuevo revés, ya venimos de dos plebiscitos donde fuimos derrotados, y ahora solo por un voto de un diputado que abandona la Cámara en el momento de la votación, no se aprobó la nulidad de la Ley de Caducidad. Es simplemente un nuevo traspié que tenemos en este tema, pero seguimos peleando no solo por verdad, justicia y castigo, sino además para que los nuevos jóvenes, las próximas sociedades, sepan interpretar qué ha pasado en el país para que no vuelva a suceder. La Corte Suprema declaró inconstitucional la Ley de Caducidad pero al mismo tiempo declaró también que los delitos cometidos durante la dictadura no son de lesa humanidad, por lo tanto caducan ahora en noviembre. Estamos entonces muy preocupados por esta situación. Si bien el gobierno de Mujica ha liberado ochenta casos a los que se les había negado la posibilidad de investigación durante los gobiernos anteriores de los Partidos Colorado y Nacional, el tiempo es muy corto y presionamos para que se encaren antes de que caduquen, En definitiva, seguimos peleando por verdad y justicia hasta los últimos días.

-Te referiste al próximo Congreso del PIT-CNT. ¿Qué consideraciones haces sobre este importante evento?

 Realizaremos el Congreso en una instancia compleja de nuestro país, de un crecimiento económico excelente, año a año se viene elevando el PBI, pero continuamos con la dificultad en la distribución de la riqueza. Creo que en esto vivimos una encrucijada similar a otros países hermanos. Si bien los salarios han crecido en Uruguay en los últimos ocho años, sigue existiendo una gran brecha de desigualdad. Lo que queremos es profundizar el proceso, porque no es lo mismo para los trabajadores uruguayos que esté en el gobierno el Frente Amplio que el Partido Nacional. Nosotros estamos con el Frente pero creo que ha llegado el momento de dar pasos adelante. Y esa es la gran discusión que dará en octubre nuestra Central.