Numerosos analistas del sistema le ocultan la verdad a los trabajadores, no le dicen que la crisis es una crisis profunda del sistema capitalista que multiplican las rivalidades inter-imperialistas e inter-capitalistas por el control de nuevos mercados, la redistribución de las fronteras para controlar los países y las fuentes de producción de riquezas.
Las clases dominantes necesitan restablecer el orden. Es lo que esperan quienes dominan en Europa, en Estados Unidos y en el mundo capitalista disciplinado por las transnacionales.
Mientras los medios de comunicación nos presenta la danza de millones de euros ó dólares para el salvataje de empresas y bancos, junto al chantaje de las calificadoras de riesgo, del banco central europeo o del FMI, los trabajadores, organizaciones sociales y políticas populares de la izquierda dan batalla en las calles y se organizan para superar la fragmentación, esas organizaciones como PAME, PASEVE (Frente antimonopolista griego de autónomos y pequeños comerciantes), PASY (Frente militante campesinos), MAS (Frente militante de Estudiantes),OGE (Federación griega de mujeres), y la FSM han convocado a jornadas de huelga nacionales y de concentraciones en más de sesenta y cinco grandes ciudades. Al mismo tiempo una aristocracia sindical organizada en la CES disciplinada a la Unión Europea da juramento de lealtad al poder dominante y elogia “el diálogo social “y consagra el posibilismo proponiendo “que la UE salga de la crisis aun más fuerte”. Es decir que las multinacionales europeas salgan más fuertes de la crisis.
La propaganda de los que gobiernan anuncian que a través de las políticas antipopulares se creará crecimiento y un curso de recuperación, todo un mito para Grecia y el resto de los países de Europa, tomemos como ejemplo en este país, el desempleo paso del 7 al 18 %, en Irlanda está en el 14,6%, Portugal el 12,4 %, en Gran Bretaña se anuncian recortes de gastos por millones de euros, en España se reducen salarios públicos, se modifica el sistema de pensiones y las bases de la legislación de convenciones colectivas, en el resto de Europa se viven situaciones similares.
Nuestra principal tarea hoy pasa por reconstruir el imaginario anticapitalista ante los trabajadores, para ello se requieren nuevas propuestas de articulación de la lucha en el ámbito nacional, regional y mundial.
A los objetivos de fragmentación de los trabajadores que promueven las patronales le debemos sumar la complicidad de la burocracia sindical que en Europa y el mundo incrementan su subordinación a las estrategias de las transnacionales, en España la CCOO y la UGT aprueban el plan de ajuste y la CES y las principales centrales europeas avalan el bombardeo de la OTAN sobre Libia, ese sindicalismo se integra hoy mayoritariamente en la CSI.
Desde nuestra región un conjunto de centrales sindicales, sindicatos de base, agrupaciones, militantes sindicales y territoriales estamos construyendo una nueva respuesta de lucha y organización en el ESNA (Encuentro Sindical Nuestra América) que en Agosto próximo reunidos en Nicaragua profundizaremos nuestro esfuerzo para desarrollar una estrategia de ofensiva de los trabajadores y los pueblos contra la crisis y el programa del capital. Es desde el ESNA que saludamos la resistencia mundial de los trabajadores, que luchan por la emancipación social, en el norte de Africa, en la rebelión de los indignados.
Esta crisis capitalista se resuelve con un programa del capital o con la lucha y organización de los pueblos bajo las nuevas condiciones del orden social que ya desde Porto Alegre en el Foro Social Mundial del 2001, decíamos: Otro Mundo es Posible. Son ellos ¡o nosotros! ¡ajuste ó emancipación!, por todo ello sostenemos que los trabajadores y los sindicatos en el mundo debemos construir: UNIDAD DE LOS QUE LUCHAN, INDEPENDIENTEMENTE DE LAS DIFERENCIAS POLÍTICAS O RELIGIOSAS.
Unirnos para defender los logros de nuestros pueblos.
Unirnos para que cada familia tenga alimentos y agua potable.
Unirnos para asegurar educación y salud pública para todos.
Unirnos para que los trabajadores no paguen la crisis. Que se prohiban los despidos.
Unirnos para que se corten los gastos en equipos militares.
Unirnos para que se cancele las deudas de los países del tercer mundo.
Unirnos por:
Jornada de siete horas por días, cinco días a la semana. Negociación colectiva - convenios colectivos. Libertad y Democracia sindical. Por eso desde aquí toda nuestra solidaridad con la lucha de los trabajadores y el pueblo griego.
Víctor Mendibil. Secretario General. Federación Judicial Argentina / CTA.
Buenos Aires, 8 de julio 2011