El Tribunal Federal de Resistencia, Chaco, entregó a sus familiares los restos de Luís Alberto Díaz, trabajador judicial correntino y una de las víctimas de la Masacre de Margarita Belén ocurrida el 13 de diciembre de 1976. En una sala totalmente colmada y cargada de una emoción incontenible se realizó la ceremonia que culminó con un aplauso atronador de la concurrencia saludando “el retorno de Lucho”.
Familiares, amigos, compañeros de trabajo y militancia, integrantes de la Comisión por la Memoria de Resistencia, representantes de los trabajadores judiciales (entre ellos Jorge "Palito" Leiva, de Corrientes en representación de la FJA y del SITRAJ), organizaciones políticas y sociales se dieron cita para recibir al compañero.
Esto que para algunos puede parecer un hecho anecdótico no lo es para nosotros. Se trata de un acontecimiento cargado de mensajes y símbolos.
La dictadura genocida llevó adelante un plan criminal a los fines de garantizar la implantación de un modelo económico-social-cultural absolutamente antipopular y antinacional. No es un dato casual que casi el 70 por ciento de los desaparecidos fueran trabajadores y que la mayoría de los mismos, menor a los treinta años de edad. Había que desarticular toda oposición. Los trabajadores éramos un obstáculo.
Por eso lo de Luis. Por eso lo de Patricio Tierno, el "Pato", judicial de La Plata y asesinado también en Margarita Belén.
Por aquellos años la respuesta de muchas organizaciones de trabajadores fue inmediata. Hubo solidaridad y compromiso a pesar del terror. Algunas de nuestras compañeras procesaron su dolor construyendo ese ejemplo de inmensa valentía y claridad política que es Madres de Plaza de Mayo, como es el caso de nuestra entrañable compañera Adela Antokoletz.
Restaurada la democracia se siguió profundizando el trabajo en pos del triple objetivo de Memoria, Verdad y Justicia.
En ese marco, muchos de nuestros compañeros forman parte de organismos de derechos humanos a lo largo y ancho del país.
Pero también institucionalmente se mantiene una conducta coherente y consecuente a través de la participación activa de nuestros sindicatos de base en el impulso de políticas y acciones en ese sentido.
Párrafo aparte merece la Federación Judicial Argentina que representada por el compañero Víctor Mendibil formó parte de la delegación de la CTA que el 16 de marzo de 1998 se entrevistó en Madrid con el juez Baltazar Garzón a quien le fueron entregadas las carpetas de miles de casos de compañeros detenidos-desaparecidos por la dictadura. Completaban la representación los compañeros Víctor De Gennaro, Alberto Piccinini, Marta Maffei, Alberto Morlachetti y Juan Carlos Camaño. La prueba presentada fue incorporada a “los juicios de Madrid” que ya habían comenzado a partir de un hecho desencadenante que fue la conmemoración de los 20 años del golpe del 24 de marzo de 1976 con más de 100.000 personas en la Plaza de Mayo y miles en las plazas de todo el país.
Tiempo después se impulsan los “Juicios por la Verdad ” en Argentina que era una iniciativa originada en la APDH La Plata entre cuyos integrantes debemos destacar a Jaime Gluzman, Antonio Cortina y Marta Vedio.
Pasaron muchas cosas en estos 26 años de democracia: las “instrucciones a los fiscales”, las leyes de Obediencia Debida y Punto Final, los indultos. El objetivo del poder era invisibilizar la lucha de un pueblo por su definitiva liberación. Por lo tanto hubo que pelear y mucho para llegar a este presente.
Poco a poco, y a pesar de la falta de medios, de muchos discursos y poco apoyo gubernamental, se sigue avanzando con los juicios. Ya hay algunos criminales símbolos del genocidio condenados. Y vamos por más.
Pero también avanzamos con la verdad, porque vamos sabiendo qué fue de nuestros compañeros, incluso se van recuperando sus restos. Por eso la alegría por lo de "Lucho" y por los demás compañeros que vamos recuperando. Porque es un triunfo; porque no nos han podido eliminar; porque seguimos peleando; porque trabajamos para condenar a todos los responsables civiles y militares del genocidio y porque mantenemos vivo ese sueño que es la definitiva liberación de nuestra Patria y su clase trabajadora.